Una de las reacciones más útiles de los alcoholes es su conversión a ésteres, tanto orgánicos como inorgánicos. La reacción se lleva a cabo a partir del ácido correspondiente, orgánico o inorgánico.
ÁCIDO + ALCOHOL = ÉSTER + AGUA
El átomo central de los diversos ácidos tiene tantos oxígenos a su alrededor que queda con una importante deficiencia electrónica. Por ello, puede ser atacado por los pares no compartidos del oxígeno alcohólico. El mecanismo completo lo veremos más adelante, pero de forma esquemática podemos describir la formación de un carboxilato de alquilo (éster):