Dado que las reacciones se producen como consecuencia de la diferencia de densidad electrónica dentro de una molécula, las moléculas que reaccionan han de chocar en los lugares precisos y con una orientación muy determinada.
Un choque efectivo entre dos moléculas, en las regiones apropiadas y con la orientación correcta, da lugar a una reacción y las moléculas reactivas se transforman en otras nuevas (productos).
La situación de los electrones en las moléculas marcan el lugar y la dirección del ataque.